Cerca de un 2,5% de población mundial sufre de la ambliopía
La ambliopía es
un problema visual, que también se conoce como "ojo perezoso o vago".
Generalmente, afecta uno de los ojos, pero puede afectar a los dos. El
problema comienza cuando las vías que transmiten los mensajes de la
visión de uno de los ojos al cerebro no se desarrollan lo
suficientemente fuertes. Entonces, el cerebro prefiere el otro ojo y la
vista del niño no se desarrolla de manera normal.
La ambliopía es la causa más común de problemas de la vista en niños. Según las últimas investigaciones, aproximadamente un 2,5 por ciento de la población mundial sufre este problema. En España, existen aproximadamente un millón de casos.
Causas de la ambliopía en los niños
La
ambliopía se origina cuando las células cerebrales que se encargan de
la visión del ojo, no se desarrollan por falta de uso. También puede ser
causada por algunos defectos visuales como la miopía, astigmatismo e
hipermetropía, que no fueron diagnosticados, a tiempo, durante la niñez.
Puede llevar a que se reduzca la vista en un ojo que no se usa
suficientemente en los primeros años de la infancia. La ambliopía afecta
a 2 ó 3 de cada 100 niños. Sin tratamiento, eventualmente puede causar
ceguera en el ojo que se usa poco.
Esta pérdida de visión puede ser desarrollada en:
1. Portadores de estrabismo de
aparición temprana: la causa más frecuente de la ambliopía es la
desalineación de los ojos o bizquera. Cuando los ojos de un niño no
están alineados en forma apropiada, el cerebro no presta atención a un
ojo para evitar la vista doble.
2. Portadores de catarata: la
ambliopía provocada por cataratas (opacidad en el tejido del ojo) es
menos frecuente pero más severa. Se debe tratar en los primeros 2 meses
de vida.
3. Portadores de problemas de graduación elevados,
principalmente los que combinan astigmatismo e hipermetropía: la
ambliopía también puede producirse cuando un ojo ve mejor que el otro,
por ejemplo, cuando uno de los ojos es muy miope. Se usa el ojo más
fuerte con más frecuencia que el ojo débil y, eventualmente, el ojo
fuerte se hace cargo completamente y el ojo débil deja de trabajar.
4. Portadores de importantes diferencias de graduación entre un ojo y el otro.
5. Portadores de nistagmos, un tipo de movimiento constante e involuntario de vaivén, de ambos ojos.
6. Portadores de alguna lesión microscópica.
Riesgo de ambliopía en los niños
Además
de estas causas, existen riesgos y síntomas que nos pueden hacer pensar
que es posible que nuestros hijos padezcan ambliopía. Los niños que
sufren estrabismo, llevan gafas, tienen problemas vinculados a cataratas
o a otros defectos del ojo presentan más riesgo de desarrollar
ambliopía. El historial medico familiar de los pacientes es también
determinante, ya que tener padres con una alta graduación o contar con
antecedentes familiares de problemas de vista, predispone también a la
ambliopía.
Síntomas de la ambliopía infantil
Según los especialistas, los padres deben estar atentos a algunos síntomas que pueden presentar sus hijos, como por ejemplo:
- Desviar un ojo
- Mirar a la pizarra o a la televisión de lado
- Quejarse de constantes dolores de cabeza o de visión borrosa
- Presentar persistente parpadeo de los ojos
- Frotar los ojos con frecuencia
- Guiñar los ojos al mirar a superficies brillantes
- Acercar mucho los ojos al libro para poder leer
-
Seguir con los dedos los renglones de un texto Si el niño presenta más
de dos o tres de los síntomas especificados, lo mejor es llevarlo a un
oftalmólogo especialista para una evaluación.
Fuente consultada: - Medlineplus.gov
- Fundacionvisioncoi.es
- Temas de salud - NOAH
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