lunes, 19 de marzo de 2012

Ambliopía

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La ambliopía, también llamada ojo perezoso u ojo vago (del griego ἀμβλύς "débil" y ὄψ "ojo"), se define como una disminución de la agudeza visual sin que exista ninguna lesión orgánica que la justifique.[1] Puede existir algún defecto en el ojo, por ejemplo una miopía, pero este no justifica la pérdida de visión. Generalmente la afectación es unilateral y se produce como consecuencia de falta de estimulación visual adecuada durante el período crítico de desarrollo visual, lo que afecta a los mecanismos neuronales encargados de la visión. Está presente en un 4% de la población.
Es posible que la ambliopía afecte a ambos ojos, si ambos han sufrido un periodo largo de privación visual. Ello puede ocurrir cuando existe una catarata congénita que afecte a ambos ojos (opacidad del cristalino presente en el nacimiento que impide la visión). Si se realiza una intervención quirúrgica temprana para eliminar la catarata, el niño podrá alcanzar una buena visión, pero si la intervención es tardía, después de que transcurra el periodo madurativo de desarrollo visual, la cirugía de la catarata no servirá para mejorar la capacidad visual, pues el cerebro no es capaz de procesar los estímulos visuales, por lo que el déficit de visión sería en este último ejemplo imposible de corregir.
En la mayoría de los casos existe un defectos de refracción (miopía, astigmatismo o hipermetropía) asimétrico que no han sido detectado o corregido en la niñez. Cuando la diferencia de capacidad visual entre ambos ojos es importante, el niño utiliza únicamente el ojo de mayor capacidad, mientras que el contrario acaba por quedar anulado funcionalmente, aunque su estructura física permanezca intacta.
El tratamiento más común consiste en realizar la oclusión durante períodos controlado del ojo que tiene buena visión, para estimular las vías neuronales del ojo afectado.

Causas
Entre las causas de ambliopía se encuentran:
  • Estrabismo. En esta enfermedad puede ocurrir que el ojo desviado pierde su capacidad en beneficio del ojo fijador.
  • Deprivación. Es el caso de la catarata congénita (presente desde el nacimiento) y otros trastornos como las opacidades de la córnea y la ptosis palpebral (caída del párpado). Si el trastorno no se corrige a tiempo, la pérdida de visión persiste aunque la enfermedad que la originó se haya solucionado.
  • Ametropías. Como ya se ha comentado ocurre frecuentemente en casos de miopía si la diferencia de graduación entre ambos ojos es importante.
Diagnóstico
Lo efectúa un Optómetra con estudios en entrenamiento visual mediante un examen completo de la visión. Es importante hacer este examen en los niños lo más pronto posible, preferentemente antes de los tres años de edad. Lo fundamental es comprobar la agudeza visual de ambos ojos.

Niños de uno y dos años
El diagnóstico temprano en niños menores de uno a dos años una vez descartado cualquier problema refractivo, se realiza mediante:
  • La correcta fijación de cada ojo mediante la prueba de Bruckner.
  • La respuesta correcta de refijación por medio el uso del biprisma de Gracis.
  • La observación de la correcta fijación de cada ojo mediante el empleo de pequeños objetos puestos en la mano del examinador, por ejemplo pequeños pedacitos de papel y el seguimiento puntual de objetos pequeños que se le enseñan al infante.
  • El test de preferencia visual de Teller.
  • El test de "dominancia ocular" que consiste en ocluir un ojo y verificar si no se inquieta el pequeño debido a que no ve bien con el ojo desocluido.
Niños de más de dos años
Después de los 2 años de edad es necesario además de lo anterior el empleo de:
  • 1) una cartilla de Lang para observar si tiene estereopsia.
  • 2) una cartilla transparente de Gracis para observar como fija cada uno de los dibujos infantiles que se presentan cada vez de menor tamaño.
Niños de más de tres años
Después de los 3 años y hasta los 4 de edad, aparte de lo anterior es posible en niños cooperadores determinar la agudeza visual por medio de:
  • 1) Test de Lea para cerca.
  • 2) Optotipos para la visión lejana.
Niños de más de cinco años
Después de los 5 años es posible en chicos cooperadores la determinación de la agudeza visual con lo anterior e intentar identificación de letras mediante el Test de Snellen.
Para la determinación de la agudeza visual y del fenómeno de crowding o “apelotonamiento” en niños con ambliopía estrábica es conveniente determinar la profundidad de este fenómeno mediante el empleo del Test de Landolt.

Tratamiento
El tratamientos se basa en 3 pilares fundamentales: Determinar la causa del problema, corregirla con los medios necesarios, por ejemplo el uso de gafas si exista alguna anomalía de refracción y realizar la oclusión del ojo que tiene buena visión para estimular las vías neuronales del ojo afectado.
Los niños deberán ser controlados periódicamente, con la frecuencia necesaria, hasta los doce años de edad. La colaboración de sus padres es básica ya que gran parte del éxito del tratamiento depende de su dedicación. La recuperación es más rápida si son sometidos a un programa de estimulación temprana.
El diagnóstico temprano es prioritario y debe ser realizado por el especialista en entrenamiento visual. En la detección del trastorno deben colaborar los padres, profesores y optómetras.
El tratamiento debe iniciar lo más pronto posible, preferentemente desde el momento que se detecta y es necesario realizar un control desde el momento en que nacen los niños, evaluando objetivamente (sin participación del paciente).
El correcto empleo de parches ortópticos deberá hacerlo solo un especialista capacitado para ello, debido a que cada paciente deberá llevar un estricto control y un esquema personalizado de revisiones periódicas por el especialista. El mal empleo de parches ortópticos puede ocasionar empeoramiento de la condición original.
El tratamiento no debe ser abandonado antes de los 10 años de edad por el riesgo de regresión.
Los padres de los niños solo deben dejar de asistir a sus terapias visuales solo cuando el especialista les dé de alta, con un reforzamiento con una frecuencia acordada con el especialista.

Referencias
1.       ↑ Diccionario de medicina Dorland, vigesimosexta edición, ISBN 84-7605-223-5. Consultado el 16-11-2009
  • Gallegos-Duarte M. “Maniobras exploratorias en la endotropía congénita”. En: Temas Selectos de Estrabismo. Centro Mexicano de Estrabismo SC. México, Composición Editorial Láser. México, D.F. 2005, 1-18.
  • Asociación Pro-Ayuda a No Videntes

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