jueves, 28 de febrero de 2013

TARJETAS DE MEMORIA


TARJETAS DE MEMORIA

Esas grandes desconocidas

Todos los que nos dedicamos a la fotografía, ya sea de forma profesional o como aficionados, conocemos qué son las tarjetas de memoria y que resultan un accesorio imprescindible, es más, sin ellas no podríamos hacer fotografías. Sin embargo, muy pocos conocen la verdadera importancia que tienen.

Las tarjetas de memoria son dispositivos tecnológicos complejos
que evolucionan según las necesidades de las cámaras.


La mayoría de los usuarios cuando les preguntan con qué tarjeta de memoria trabajan suelen contestar que no tienen ni idea, la que les regalaron al comprar la cámara o la más barata que han encontrado. Esto refleja que son las grandes desconocidas entre los usuarios, pues muy pocos son conscientes de la importancia que tienen. No estamos hablando de capacidad, que para algunos es sinónimo de calidad, sino de prestaciones.

Un poco de historia

Este dispositivo de almacenamiento conserva la información que ha sido almacenada en él aún con la pérdida de energía, es decir, es una memoria no volátil. El término memoria flash fue acuñado por Toshiba, por su capacidad para borrarse en un instante. Los datos se borran en bloques fijos en lugar de bytes. Los tamaños de los bloques, por lo general, van de 512 bytes hasta 256 KB. Los chips flash son menos costosos y proporcionan mayores densidades de bits. Además, se está convirtiendo en una alternativa a otros dispositivos por lo fácil que resultan las actualizaciones.
La PC Card también conocidas como PCMCIA se encontraban entre los primeros formatos comerciales de tarjetas de memoria tipo I que salieron en la década de 1990, pero paulatinamente han derivado sólo a aplicaciones industriales. También en la década de los 90 salieron al mercado una serie de formatos de tarjetas de memoria más pequeñas, como la CompactFlash, SmartMedia, Secure Digital, MiniSD, MicroSD y similares. El imperativo de los teléfonos móviles, PDAs y compactas digitales, impulsó los pequeños dispositivos de almacenamiento. En el mercado de las cámaras digitales triunfaron las SmartMedia y CompactFlash, si bien en 2001 la SM había capturado el 50% del merado de compactas y CF tenía un dominio absoluto en las réflex avanzadas y profesionales.
En 2005 el formato Secure Digital/Multi media Card comenzó a ocupar el puesto de la SmartMedia, aunque no al mismo nivel y con una fuerta competencia procedente de las Memory Stick, xD-Picture Cards y Compact Flash. Sin embargo, con la miniaturización de los teléfonos y de las tabletas, esta tendencia empezó a dirigirse hacia el formato de las microSD. En fotografía ocurría lo mismo, y empresas como Olympus y Sony que antes sólo usaban la XD-Card y la memory Stick respectivamente, ha ido adoptando la Secure Digital.

Tipos de tarjetas

Una vez hecho un pequeño repaso a la historia de los formatos de las tarjetas de memoria, a continuación vamos a ver los principales: SecureDigital, Compact Flash, Memory Stick Pro Duo y microSD.

Secure Digital (SD): Es la más común actualmente para las compactas y la mayoría de las réflex, así como para las cámaras de video que funcionan con una memoria flash. También se utiliza en otros aparatos como en marcos de foto digital, computadoras portátiles, etc. Existen otros modelos de SD: la High Capacity (SDHC) y la eXtended Capacity (SDXC).

Compact Flash (CF): Es la primera tarjeta de memoria flash, (inventada por SanDisk en 1994) para el gran público y que participó en la transición de la foto analógica a la digital. Se utiliza sobre todo en réflex de alta gama y en videocámaras semi-profesionales.

Memory Stick Pro Duo (MSPD): es la que utilizan los dispositivos de la marca Sony. Aunque siguen existiendo en el mercado, Sony ha empezado a incluir ranuras SDHC y CF complementarias en la mayor parte de sus últimos modelos de réflex y videocámaras.

MicroSD/microSDHC/micro SDXC: Es el formato móvil por excelencia que se ha vuelto imprescindible para dispositivos digitales como teléfonos móviles, smartphones y tablets, gracias a las cuales pueden aumentar su capacidad.

Para sacar el mayor provecho al modo ráfaga conviene trabajar
con tarjetas rápidas de 90 MS/s.



La velocidad

Para sacar el mayor provecho al modo ráfaga y tomar más fotos en alta resolución de forma más rápida, es necesario que la tarjeta tenga una velocidad de escritura alta. En este apartado tenemos dos aspectos a tener en cuenta: la velocidad de escritura y la de lectura.
De escritura: Es la velocidad con la que las fotografías se graban en la tarjeta. Cuando más salta, mayor número de imágenes seguidas pueden tomarse sin interrupción y menor gasto de energía se precisa por parte de la cámara para procesar las fotos, sin tiempos de espera entre tomas. Este valor se expresa en la tarjeta en X o MB/s. Por ejemplo, una tarjeta de memoria en la que se indica 30MB/s, lo que corresponde a 200 X, significa que es capaz de leer/escribir datos con una velocidad máxima de 30MB/s. Como regla de cálculo de la velocidad podemos decir que 15MB/s = 100X.
De lectura: Es la velocidad a la que los archivos son transferidos del dispositivo de almacenamiento a la computadora. Cuanto más alta, menos tiempo tardarán en descargarse las fotos.

La velocidad es una de las prestaciones fundamentales cuando se precisa disparar
 en modo continuo y numerosas ráfagas, como en la fotografía de deportes, naturaleza o moda.

Tan importante como la velocidad de escritura/lectura es la seguridad de los datos almacenados. Las SanDisk protegen herméticamente su interior con una silicona especial que las protege contra el agua.

La tarjeta y el video

La Class es importante únicamente par la grabación de películas. Corresponde a la velocidad mínima constante a la que los datos de video se escriben en la tarjeta. Cuanto mayor es la Class, más fluida será la grabación de video en alta calidad. Por ejemplo, una tarjeta Class 2 sólo permite grabar en resolución estándar, para el video HD es preciso un modelo de Class 6 y para el Full HD se necesitan las nuevas tarjetas Class UHS-1.

La capacidad

Cuando se toman muchas fotos y videos de alta calidad, es necesario tener una tarjeta de memoria cuya capacidad corresponde a esas necesidades. Las cámaras digitales de alta resolución, esto es, con muchos Megapíxeles, requieren rapidez para gestionar velozmente la escritura y lectura de los archivos voluminosos, por lo que es necesario un ancho de banda alto. Por el contrario, la grabación de video es un flujo constante de datos que sólo utiliza una parte del ancho de banda, ya que lo que se efectúa es una captura única de larga duración.

Escoger con criterio

Una vez que hemos visto los tipos que existen, sus características y prestaciones, estamos en condiciones de seleccionar la que más se ajusta a nuestras necesidades. Cuántas veces nos han comentado que un fotógrafo se ha gastado unos miles de pesos en el último modelo de réflex con ópticas fantásticas y, a la hora de capturar imágenes se queja que la máquina va muy lenta, que si el buffer se ha llenado de golpe, etc. En estas situaciones, el problema no es la cámara, sino la clase de tarjeta que emplea, que está por debajo de las prestaciones que precisa su réflex. Generalmente se tiende a ahorrar en este tipo de accesorio, sin embargo, eso es un error, ya que es el soporte donde se almacenan las imágenes y todo nuestro trabajo. Un modelo barato, de marcas secundarias o compradas a través de proveedores poco fiables, siempre terminan dando algún problema, como la pérdida de imágenes o el bloqueo de cámaras. Así pues, seamos generosos a la hora de adquirir una buena tarjeta de memoria, es una in versión de la que nunca nos arrepentiremos.

Es muy importante que le fabricante garantice el perfecto funcionamiento a temperaturas extremas como la Extreme Pro de SanDisk, capaz de trabajar desde los -25° a los 86°

No hay comentarios:

Publicar un comentario