APRENDER A MIRAR
Variaciones
fotográficas
Texto y fotos de José Luis
Álvarez Vallejo
Si alguien nos pidiera únicamente una
fotografía de, por ejemplo, una plaza, ¿cuál sería la forma más idónea de
realizarla? ¿Tal vez una imagen general? ¿Quizá un detalle representativo del
lugar? Pero surgen más preguntas. ¿Incluimos gente? ¿Cuándo disparamos? ¿Mejor
un angular que un tele? Resulta difícil ponerse de acuerdo. Seguro que cada uno
haría una imagen muy diferente, así que hemos decidido realizar varias tomas de
la madrileña estatua del Oso y el Madroño, con el fin de mostraros las
diferentes formas de captar un mismo sujeto. También hemos incluido tomas con
errores frecuentes, para que veáis lo que no hay que hacer. En cuanto al
equipo, lo idóneo es llevar el más completo posible, una lente estándar junto a
un angular y un teleobjetivo, sin olvidarnos del trípode.
Destacar
al sujeto
Si nuestra intención es separar la estatua lo
máximo posible de su ambiente, debemos movernos hasta encontrar el mejor punto
de vista. Rodearla, es obvio, pero también acercarnos y alejarnos de ella, e
incluso subirnos a los altillos que podamos encontrar en el lugar, hasta dar
con la distancia y la focal más idóneas. ¡Ah! Sin olvidernos de la luz, la cual
podrá hacernos volver en otro momento para conseguir la foto deseada.
En esta toma con contrapicado, decidimos
incluir los edificios para contrastar el color y los materiales, además, para
que las líneas curvas sirvieran de hilo conductor hasta el inicio del tronco y
ofrecieran una referencia de su ubicación y tamaño.
Elección
del enfoque
Aunque es indudable que los automatismos de la
cámara ofrecen múltiples ventajas, sin embargo, para ciertas tomas no resultan
la mejor opción. Esto suele suceder en el enfoque, ya que la cámara no sabe
dónde queremos realizarlo, y si no lo elegimos cuidadosamente, podemos errar el
foco. No siempre es adecuado tener seleccionado un enfoque puntual o uno
múltiple, ya que según la ubicación de nuestros sujetos nos interesará uno u
otro, incluso tendremos que pasar al modo manual.
Un ejemplo claro son las imágenes del oso y la
farola. Teníamos seleccionado el modo puntual central, así que la cámara enfocó
a la farola en vez de a nuestro protagonista. ¿Cómo lo solucionamos? cambiamos
a uno punto lateral para enfocar la estatua. En este caso, también podríamos
haber optado por el enfoque múltiple.
Ligeros
cambios, grandes diferencias
En estas dos imágenes hemos querido relacionar
dos elementos representativos de la plaza; pero la elección de la lente y el
lugar de disparo modifican completamente el resultado. La primera toma se
realizó desde muy cerca, un angular y el contrapicado distancian a los dos
sujetos dando una preponderancia casi completa a la estatua, aunque la torre es
necesaria por su labor informativa sobre el lugar en el que nos encontramos.
Por el contrario, la segunda foto, recortamos posteriormente un cuadro, nos
sitúa de manera que ambos sujetos quedan prácticamente en línea ocupando un
espacio casi idéntico. Un tele corto ayuda a obtener este resultado al no
variar ni tamaño ni planos.
Conseguir una foto divertida puede ser el
resultado de un instante, pero también de un estudio de los sujetos que se
encuentran en un lugar de manera poco habitual o chocante. Para conseguir imágenes así hay que ser curioso y moverse mucho. En nuestro caso vimos una
toma muy interesante si relacionábamos las dos estatuas de animales: el oso y
el caballo. Para encontrar la mejor ubicación, nos alejamos hasta conseguir la
relación de tamaño que buscábamos. Habría resultado aún mejor si hubieran
quedado más equilibradas, pero no pudimos debido a que aparecían otros
elementos bajo el caballo. Un teleobjetivo nos permitió comprimir los planos y
acercar las estatuas.
No siempre necesitamos procesar una fotografía
para obtener efectos creativos. Ni tampoco realizarlos en el momento de la
toma, ya que es posible conseguir imágenes bastante interesantes atendiendo al
punto de vista y a los elementos que incluyamos o dejemos fuera de ellas. Sólo
hay que ponerse a mirar y encuadrar con intención.
Un picado suele resultar muy atractivo por sí
mismo, pero si a éste le añadimos elementos que contribuyan a jugar con la
visión del espectador, el efecto se multiplica. En esta instantánea la sombra y
la figura se mezclan sin terminar de saber qué son: si dos sombras o dos
siluetas. Sin embargo, el suelo adoquinado es una notable referencia para
entender la foto y saber que una es una sombra y la otra una figura a
contraluz.
Un error habitual es comenzar a disparar sin
fijarnos en los elementos que tenemos alrededor y que pueden estropear la toma.
Estos pueden referirse tanto a la luz, sobre todo a su dirección, como a otros
que distraigan por su color, su tamaño, etc. También hay que cuidar que el
fondo no sustraiga la atención del sujeto principal. En este sentido, nuestra
instantánea tiene una falla. A pesar de conseguir una interesante relación
entre el ciclista y la estatua, la importancia de ésta queda deslucida al
solaparse con los edificios situados detrás. Si hubiéramos variado un poco
nuestra posición para recortar la figura sobre el cielo, la imagen hubiera
ganando fuerza.
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